ÉTICA PROFESIONAL


 
En  días pasados tuve la gran oportunidad de ver a los ojos de unos cuantos jóvenes que se graduaban como profesionales, mientras los veía desfilar uno por uno en medio de su alegría, no podía dejar de pensar en la incertidumbre para muchos que al igual que estos jóvenes  se ven enfrentados a un futuro lleno de sueños que comienzan una continua e infinita lucha por metas que se esconden en medio de la fría incertidumbre.

En medio de sus emotivas palabras de despedida, fotografías y abrazos fraternos entre sus compañeros y familiares, me cuestione sobre la manera en como un profesional debe asumir su nuevo rol en medio de la jungla laboral que sin escrúpulos y con total voracidad recae sobre sus hombros una vez llega aquel día.

Pensé en la disponibilidad de recursos, en estudios de postgrado, en familias influyentes, contactos, palancas, promedios y reconocimientos  académicos; todos estos como factores de éxito profesional, pero a pesar de ser unas variables valiosas a la hora de emprender, no son determinantes a la hora de permanecer y mucho menos de escalar en su desarrollo profesional.

En algún momento se cuestiona el proceso de formación, cuando los tutores dejan de pensar en una cifra decimal para establecer las competencias que debe cumplir un estudiante en su estructura académica,  y pasa a ser parte de un exigente proceso de aprendizaje en el cual no solo se generan conocimientos sino algo que mas allá de la profesión debe caracterizar a todo ser humano la “ÉTICA”.

De esta forma, concluyo con mi búsqueda mental en cuanto  a la clave de trascender con éxito en la vida profesional. Sin embargo, me inquieta algo mas, sobre como la ética se ha desvanecido actualmente en muchos de los prospectos profesionales que se vienen ejerciendo a todo nivel.  Desafortunadamente como pasa en todos los sectores, nuestra gloriosa profesión ha sido permeada por al ánimo egoísta de intereses corruptos que llenan de inmundicia nuestra noble labor.

El hecho de que en la actualidad tengamos un paquidérmico órgano de control, el cual esta manejado por ilustres quelonios sin capacidad de reacción a nivel regional  y que solo se limitan a expedir el más profundo requisito para poder ingresar al mercado laboral.  Bajo estas condiciones se han desarrollado múltiples vejámenes que desvirtúan la moral del ser, todo esto nos deja en una posición vulnerable la cual ha sido mancilladlas por algunos oportunistas, que muchas veces no saben nada del ejercicio de la profesión, pero que son capaces hasta de fijar el valor de nuestro trabajo.

En este sentido, estamos a la deriva en un universo arcaico que aun dependiendo de nosotros para poder alimentar su consumismo, nos relega como una alternativa mas que ya sin Ética en muchos casos justifica este trato.

Así pues vuelvo a pensar en estos muchachos que llenos de sangre nueva pudiesen inyectar de oxigeno a nuestro entornos profesional siempre y cuando logren mantenerse alejados del ya existente. Que a través de la ética, logren ser responsables, disciplinados y consagrados en lo que tendría que ser un verdadero profesional de la Medicina veterinaria y zootecnia.

 

Por: JAVIER F. RUIZ R.

 

 

 

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