GANADERÍA GERIÁTRICA
La ganadería en Colombia sufre además de todos los males, de
una condición preocupante la cual es el poco relevo generacional de los
ganaderos a cargo de sistemas de producción en el país.
Como todos los padres, siempre se quiere que los hijos
tengan un futuro mucho mejor del que se ha tenido. Sin embardo, inquieta el
saber por qué ese futuro prometedor pocas veces está ligado al campo.
Es así, que en la actualidad la
migración del sector rural a las grandes urbes nacionales e internacionales
esta patrocinado por la actividad ganadera en manos de una generación que
envejece y de la cual no se tiene certeza en cómo será la continuidad de sus
negocios pecuarios en un futuro cada vez menos lejano.
Por otra parte, no se puede
culpar a los ganaderos de quienes a pesar de sus diligentes esfuerzos por ser
competitivos se enfrentan día a día a situaciones que afectan de manera
exponencial la productividad, con este escenario cómo puede un joven heredar el
amor por una actividad que actualmente no ofrece las mismas facilidades y
ventajas de otras profesionales u oficios en el mundo.
Esta situación es fácilmente
palpable en cualquier reunión de ganaderos donde en ultimas están más cerca de
una reunión de cualquier hogar geriátrico, y en muchos de los casos sus
empresas ganaderas están igualmente envejecidas en la inclusión de nuevas
tecnologías que les permitan ser competitivas con una economía globalizada y
con políticas desafortunadas de los estados para promover o estimular el trabajo rural.
¿Dónde están los hijos?, esta
respuesta depende de la posibilidad de sus padres para poderlos enviar a las
capitales a estudiar en universidad e instituciones técnicas, carreas que los
partan de manera permanente del campo, luego se limitan a un retorno pasajero en vacaciones u
ocasiones especiales, otros en cambio abandonan esta actividad para engrosar
las filas del trabajo informal como moto taxistas, vendedores de minutos,
celadores o peor aun siendo miembros activos de bandas delincuenciales o de
crimen organizado. Pero claro a que otro futuro pueden aspirar estos muchachos
que se levantaron en un entorno donde las cosas fáciles son el más rentable y
claro que la ganadería o cualquier otro oficio rural están lejos de hacer parte
del facilismo y al contrario cada día están más
inmersos en procesos de decadencia.
¿Qué se hace desde el estado para
promover la continuidad rural?, si hasta los colegios agropecuarios en la
actualidad tienen programas que permiten graduarse a estudiantes con excelentes
destrezas en secretariado o telecomunicaciones, pero muy escasos conocimiento y
habilidades para emprender cualquier actividad productiva. El servicio nacional
de aprendizaje SENA, es una entidad que engrandece el pecho del gobierno con
cifras e formación que ante cualquier observador son espectaculares, más sin embargo,
la cifra que siempre permanece oculta es
sobre la vinculación de estos aprendices al sector productivo formal o la
creación de empresas productivas rentables, cuando además en este país el costo
de crear una empresa es el mayor de Latinoamérica y se encuentra entre los
primeros 10 puestos a nivel mundial. Y el índice de desaparición de empresas es
ostensiblemente mayor al de empresas creadas.
En este sentido, no queda mucho
que concluir sobre este importante tema, el cual se eterniza gradualmente ante
el paso del tiempo y la llegada de nuevos años a los hombres y mujeres que aun
ven la ganadería como negocio, como pasión y como el todo en sus vidas. Esperando
alcanzar la continuidad de sus fincas más allá de un frio obituario.
Escrito por: JAVIER F. RUIZ R.
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